De auto-incriminaciones y otros delitos
“I plead the Fifth”.
¿Quién no ha escuchado esa frase en alguna película de Hollywood?
Los principios considerados en la 5ta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos (1791) son fundamentales para individuos acusados de cometer un delito. Sus disposiciones consideran el derecho contra la auto-incriminación forzada; el derecho a un gran jurado; el derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo delito (excepción de cosa juzgada) y el derecho al debido proceso.
Invocar la 5ta Enmienda implica que no puede obligarse a ninguna persona a declarar contra sí misma. En 1987, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que esto aplica no sólo a los juicios, sino a los interrogatorios policiales. Así, una persona detenida por la policía puede negarse a responder cualquier pregunta relacionada con el delito por el que se le acusa.
Según explica el Legal Information Institute de la Escuela de Derecho de la Universidad de Cornell, existe una larga lista de casos de la Corte Suprema en los que se establece qué significan “detenido” e “interrogatorio”. “Detenido” significa que el “sospechoso” ha sido arrestado. Sin embargo, existen casos en los que la Corte consideró que un sospechoso había sido detenido por la policía, sin haber sido arrestado o siquiera esposado. En este caso, se aplica una norma objetiva, y pregunta si una persona promedio en circunstancias similares hubiese tenido la libertad de abandonar el lugar. Si la respuesta es “no”, entonces se considera que el sospecho estaba "detenido". El término “interrogatorio” aplica para cualquier declaración a la policía que posiblemente provoque una declaración incriminatoria.
[síganme hasta el final, les prometo que hay un punto en todo esto].
En las últimas 24 horas, especialistas de todo el espectro político se encuentran discutiendo el marco legal en el que encuadrar las últimas declaraciones de Donald J. Trump. Mientras el House Select Committee to Investigate the January 6th Attack on the United States Capitol continúa con las indagatorias que les conté en este post, el ex presidente afirmó en un comunicado realizado el 30 de enero que el entonces vicepresidente Mike Pence tenía el poder y el derecho de anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, que “podría haberlo hecho”, y criticó los esfuerzos bipartidistas de evitar un escenario similar en el futuro.
Si bien no es la primera vez que Trump critica a Pence por lo que (no) hizo durante la ceremonia de certificación electoral - llegando a responsabilizarlo de que “las cosas se descarrillasen” al no “haber hecho lo que tenía que hacer” -, esta es una de sus más explícitas declaraciones. Además de aceptar por primera vez - aunque en forma indirecta - que perdió la elección presidencial.
Lo que Trump replica en el comunicado es la lógica del Plan de 6 Puntos elaborado por John Eastman. En un memorando entregado al equipo del entonces presidente estadounidense, el abogado personal de Trump definió ciertos pasos para evitar la transferencia de poder en las jornadas previas al 6 de enero de 2021, día en que el Congreso debía hacer el recuento formal de los votos enviados por los estados al colegio electoral. Eastman argumentó que el vice-presidente, quien protocolarmente preside la ceremonia, tenía el poder de considerar inválidos los votos electorales de ciertos estados y descartalos en consecuencia.
Trump también hace referencia a las discusiones que se están llevando a cabo para revisar la Ley de Recuento Electoral (Electoral Count Act), que establece lo que debe hacer el Congreso en caso de disputas sobre qué candidato ganó en un estado. Sin embargo, en el caso de la elección de 2020, ningún estado envió votos “en disputa” al colegio electoral. Todos enviaron sus votos electorales confirmados, validando la victoria de Joe Biden.
La periodista Josephine Harvey ha destacado que “tanto demócratas como republicanos han mencionado su predisposición a corregir las ambigüedades de la ley [de recuento electoral] de 1887, a la que Trump apeló para tratar de presionar a Pence y bloquear la certificación electoral el 6 de enero de 2021. [A lo que] Pence se negó.” Entre dichas “ambigüedades” se encuentra - justamente - la del papel simbólico del vicepresidente como encargado de presidir la ceremonia de certificación electoral.
George Conway - abogado conservador, columnista del Washington Post y marido de la ex vocera de prensa de Trump, Kellyanne Conway- afirmó que si bien desde un punto de vista legal es claro que el papel del vicepresidente en ese contexto es meramente ceremonial, “a veces queremos que las leyes sean aún más claras para que incluso los psicópatas semi-analfabetos tengan la oportunidad de entenderlas”.
Por su parte, Gregg Nunziata, abogado y asesor legal de senadores republicanos como Marco Rubio y John Thune, puso el foco en lo que ahora resulta una clarificación necesaria. La mera sugerencia de que unx vicepresidentx tenga la potestad de revertir el resultado de una elección se ha convertido en un problema político que nadie sabía los estadounidenses tenían, además de poner en entredicho la legitimidad de futuras elecciones presidenciales. Y lo peor de todo, two can play this game. Según esta lógica, “Kamala Harris debería estar facultada [en las elecciones de 2024] para revisar los votos electorales de los estados republicanos”.
Muchos leen en el comunicado de Trump la confirmación de que el ex presidente no solo estuvo involucrado, sino que impulsó una conspiración política para cambiar el resultado de las elecciones presidenciales de 2020. Para almas suspicaces como la mía, la frase “desafortunadamente, no ejerció ese derecho. ¡Y podría haberlo hecho!” está a un paso de la auto-incriminación. El representante republicano por el estado de Illinois, Adam Kinzinger, directamente considera la declaración “una admisión y una declaración sumamente anti-estadounidense”.
El día anterior a la publicación del comunicado, Trump encabezó un mitín de campaña en el estado de Texas. Ante una multitud en la que se encontraban miembros de agrupaciones neo-nazis, el ex mandatario planteó la posibilidad de indultar a los que participaron de la insurrección del 6 de enero en el Capitolio “si es electo presidente en 2024”, amenazó con episodios de violencia si continúan las investigaciones contra su persona y dejó claro que el 6 de enero de 2021 ha sido un episodio más de un Estados Unidos en batalla consigo mismo.