Mayo 2022 | La Corte Suprema, los originalistas y Roe vs Wade
El lunes por la noche, POLITICO reveló una primicia tan anticipada como inesperada. Según un borrador filtrado al medio desde las entrañas de la Corte Suprema de los Estados Unidos, la mayoría de los jueces conservadores de la Corte estarían a un paso de dictaminar a favor de un fallo de un Tribunal estadual que pone en entredicho una sentencia precedente, Roe vs Wade, que en 1973 proclamó que el derecho al aborto era un derecho federal constitucional.
El caso en cuestión se centra en un proyecto de ley aprobado en 2018 por la Cámara de Representantes del estado de Mississippi (Gestational Age Act) que prohíbe el aborto luego de las 15 semanas de embarazo, “excepto en una emergencia médica o en el caso de una anomalía fetal grave”. Esta ley derogó las provisiones de una ley anterior aprobada por ambas Cámaras estaduales que despenalizaba el aborto hasta las 20 semanas.
En las últimas horas, políticos y medios republicanos se han dedicado fervientemente a poner el eje en la filtración a la prensa del borrador preliminar redactado por el juez Samuel Alito, más que en lo que implicaría un retroceso de 50 años en derechos adquiridos.
Desde el Tribunal Supremo confirmaron que el borrador es “genuino” y evidencia lo que muchos analistas y miembros de organizaciones de derechos civiles venían advirtiendo desde la confirmación de la jueza Amy Coney Barrett (2020): que los seis jueces conservadores que conforman el bloque mayoritario tenían en su agenda anular Roe v. Wade.
El borrador en cuestión, que data del mes de febrero de 2022, aduce que los Padres Fundadores que redactaron la Constitución (1791) no incluían en sus consideraciones los derechos reproductivos (“no se menciona en ninguna parte de la Constitución”), por lo que es prerrogativa de los estados - y no del gobierno federal - la decisión de asegurar o criminalizar el derecho al aborto y sus posibles excepciones. Esta opinión anularía la lógica, provisiones y protecciones legales que establece el fallo Roe vs Wade que - según Alito - fue una decisión “terriblemente equivocada desde el principio”.
Josh Gerstein y Alexander Ward de Politico destacan que la crítica de Alito a Roe, y el apoyo de al menos otros cuatro jueces, es una clara evidencia del giro a la [extrema] derecha de la Corte en las últimas décadas, considerando además que en 1973 Roe se decidió por 7-2 , con cinco jueces republicanos que se unieron a dos de los jueces nominados por presidentes demócratas.
Si bien se alegó que el borrador no representa “una decisión definitiva”, ya se están organizando movilizaciones y marchas de protesta en distintos puntos del país. Las mismas proclaman tanto su repudio a la potencial resolución, como un reclamo a la remoción de los tres jueces nombrados por Donald J. Trump, quienes en sus respectivas audiencias de confirmación en el Senado afirmaron expresamente que los derechos asegurados por Roe no corrían riesgo de perder su estatus constitucional porque no solo “era una ley establecida”, sino confirmada en 1992 en el fallo del caso Planned Parenthood v. Casey.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, publicaron un breve comunicado en el que refirieron al borrador como “una abominación, de las peores y más dañinas decisiones en la historia moderna” y afirmaron que los jueces Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett “mintieron” para ser confirmados en sus cargos y poder “infligir la mayor restricción de derechos en los últimos cincuenta años, no solo a las mujeres sino a todos los estadounidenses”.
Este peligroso avasallamiento sobre derechos adquiridos ha llevado a la historiadora Heather Cox Richards ha afirmar que
Una minoría, puesta en control de la Corte Suprema de los Estados Unidos por un presidente que recibió una minoría del voto popular y que luego, cuando perdió la reelección, trató de derribar nuestra democracia, está quitando explícitamente un derecho constitucional que ha sido protegido durante cincuenta años. Su ataque a la protección federal de los derechos civiles se aplica no solo al aborto, sino a todas las protecciones implementadas desde la Segunda Guerra Mundial: el derecho a usar métodos anticonceptivos, el derecho a casarse con quien uno quiera, el derecho a vivir en espacios no segregados, etc.
Y este es el objetivo. En el infame borrador, Alito - un originalista en términos jurídicos - afirma contundentemente:
“La Constitución no hace ninguna referencia al aborto […] La conclusión ineludible es que el derecho al aborto no está profundamente arraigado en la historia y las tradiciones de la Nación”.
La frase denota a las claras la tendencia regresiva y contraria a la expansión de derechos individuales de los jueces conservadores de la Corte Suprema de Estados Unidos actual. Y una puerta que ahora abre, de par en par, para avanzar sobre todos aquellos derechos - desde político-electorales hasta laborales y sociales como puede ser el de contraer matrimonio con personas del mismo sexo (Obergefell v. Hodges, 2015) o raza (Loving vs Virginia, 1967) o el de la integración escolar (Brown vs Board of Education of Topeka, 1954) o del mercado laboral - que aquellos hombres blancos, anglosajones y ricos que dieron forma al estado de finales del siglo XVIII en términos restrictivos y excluyentes no consideraron en función de cuestiones de raza, género, identidad y orientación sexual, o clase social.
La decisión final de la Corte no será anunciada hasta que se publique en forma oficial, probablemente en el mes de junio.
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